Cuando veo estas cosas me imagino cuando se empezó a usar la fotografía como prueba. Todavía se utiliza en juicios y sobre todo en
periodismo.
Pero me encanta descubrir cómo siempre hay ejemplos para eso de que «las cosas no siempre son lo que parecen». Creo que esa frase, tan manida por otra parte, debería grabarse a cincel y iPhone en los corazones de los periodistas, y de los jueces, y de los policías, y de los hombres…