El periodista es el único animal que tropieza dos(?) veces…

Si ayer hablábamos de la necesidad que tenemos los periodistas de buscar la fuente (las comillas) sin importarnos la majadería que venga dentro, hoy la providencia nos proporciona un ejemplo ni que pintado. Sobre todo porque tiene a casi los mismos protagonistas: Michael Jackson, The Sun y todos los demás.

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¡No escarmentamos pardiez!

Un ejemplo (hay muchos más)
Michael Jackson tiene un cuarto hijo secreto
Las especulaciones respecto a la posibilidad de que Michael Jackson tenga un hijo secreto han conmocionado a medio mundo.  Según el periódico británico ‘The Sun’…

Estos quieren disimular:
Más carnaza sobre Michael Jackson: ‘The Sun’ le atribuye un cuarto hijo

O sea que hace un mes nos dimos un morrazo importante con la misma fuente y el mismo tema y no importa. Y lo peor, creo yo, no es que no aprendamos, es que da igual.

Los medios tienden a contar las cosas que creen que les van a dar visitas, carnaza como dice el otro, olvidando (uy qué olvido más tonto) la parte de la credibilidad y veracidad, esas tonterías que sólo importan a los idealistas. Lo malo es que luego nos quejamos de lo mal que quedamos en las encuestas de opinión.

La autopsia de Michael Jackson… y del periodismo, en The Sun

«No importa la majadería, importan las comillas»… Uno de los grandes axiomas del periodismo actual (vía Arcadi Espada). Da igual qué estupidez se diga, lo importante es que lo diga alguien para poder ponerle unas comillas y sacarlo en un titular.

Y luego pasa lo que pasa…

Esto ocurrió hace unas semanas. Elijo un ejemplo de entre muchos otros, ya que la mayoría de los grandes medios cometieron el mismo error. Y lo que te rondaré, morena.
Primero esto… y minutos después esto otro…

La (mala) elección de la foto de portada de Michael Jackson en elmundo.es

Hay veces que deberíamos pensar más la foto que elegimos para ilustrar una notica. Hipótesis:

1. Se ha hecho sin querer. Mal

2. Se ha hecho aposta. Fatal

michaelJackson_elmundo

De Mi País: Los contenidos son la clave del periodismo

En el clavo:

 

M.A. Aguilar: Aquellos órganos de prensa escrita que se vean arrumbados a la playa de la insignificancia, en expresión de Julio Cerón, no podrán culpar al viento de la historia o de las nuevas tecnologías, sino al abandono de su misión. Es decir, a su dimisión.

José Luis Pardo: Y la discusión acerca de qué podríamos hacer para mejorar el periodismo, el nivel cultural, las instituciones educativas o la investigación científica no puede celebrarse porque es una discusión de contenidos, y de momento estamos ocupadísimos con los contenedores y con la publicidad, con los portátiles, los móviles y las descargas caseras.

Y la discusión acerca de qué podríamos hacer para mejorar el periodismo, el nivel cultural, las instituciones educativas o la investigación científica no puede celebrarse porque es una discusión de contenidos, y de momento estamos ocupadísimos con los contenedores y con la publicidad, con los portátiles, los móviles y las descargas caseras.

El periódico del futuro se parece mucho al de hoy

Times Reader 2.0

Times Reader 2.0

Tuvimos ayer en la redacción una interesante conversación sobre esto, y hoy mi hermano me ha mandado un enlace revelador

Reflexión 1:

– Un periódico en internet que trata de parecerse al periódico del papel. ¿Por qué? Varias razones no excluyentes:

  • Porque el periódico de papel es un buen invento
  • Porque tratamos de acercar a la gente que está en el otro lado de la brecha digital a no perderse en internet.
  • Porque preparamos el paso para cuando haya pantallas flexibles (que se doblen incluso) y volvamos a tener nuestro periódico, como siempre hicimos, en la mesa de la cocina mientras degustamos un café (¿no era ese el problema?)

Reflexión 2:

– ¿Qué periódico en España hace este tipo de investigaciones? Yo creo que ninguno; ahora bien el que lo haga se llevará el gato al agua.

 

P.S

Que Dios se lo pague

Los culitos de Letizia y Carla

Y a mí, (y se confirma que a otros también), que esta portada me parece lamentable, como mujer que soy, claro.

Portada del diario El País 28 de abril de 2009

Portada del diario El País 28 de abril de 2009

El día en que fui a entrevistar a José Luis Rodríguez, «El Puma»

Llegué a la redacción sin saber lo que me esperaba. Nada más cruzar la puerta el redactor jefe me tenía preparado un mandato imposible: Gonzalo, no te quites el abrigo que te vas a entrevistar a José Luis Rodríguez. Faltaban 8 años para que supiéramos que había alguien del mismo nombre llamado Zapatero, así que mi pregunta retórica sólo tenía una escapatoria: ¿El Puma?

Mi carrera como periodista en activo había comenzado hacía unos meses y lo había hecho en esa pequeña revista-suplemento para periódicos de provincias. Era un lugar pequeñito y luminoso en pleno Paseo de la Castellana, cerca de Plaza de Castilla y no, no había un servicio de documentación. Mejor dicho, sí. Consistía en una cincuentena de cajitas verdes donde se archivaban cientos de fichas que alguien (creo que el fotógrafo) iba rellenando con algunas referencias sobre entrevistas publicadas y el número en el que aparecían. Uno podía buscar el personaje en cuestión y, si tenía suerte, aparecía una ficha con el número del ejemplar y, si tenía suerte, aparecía el ejemplar en la habitación de al lado donde dormían las revistas el sueño de los justos. En esta ocasión, no había ni una palabra sobre «El Puma».

Tímidamente me acerqué a mi jefe y le expliqué un tanto avergonzado (pena de sentimiento ya perdido) que yo, en fin, del ínclito cantante venezolano, pues como que no sabía nada. Se apiadó y me lanzó dos o tres lugares comunes y otras dos pinceladas de su cosecha, más o menos fantasiosas y con ese fabuloso material preparé en el taxi la entrevista, que es la misma que podría haberle hecho al propio taxista o al director general de Caminos, Canales y Puertos de la muy bella ciudad de Barranquilla. Llegué al hotel, conocí a ese hombre encantador, le entrevisté y me fui sin que nadie me insultara, ni por fuera, ni por dentro, (algo de lo que estoy seguro pues tengo un instinto especial para saber cuando se cagan en mi padre por dentro).

La entrevista no pasará a la historia y este post tampoco. Pero me gustaría acabar con una línea que nos haga reflexionar a los que trabajamos en esto del periodismo. La línea es esta:

Resultados 110 de aproximadamente 136.000 de «josé luis rodríguez el puma». (0,41 segundos)

Y ahora me gustaría acabar con otra línea, como dirían los clásicos, también «para el debate»:

Con el corazón en la mano. Del año 92 para acá, (año del gran encuentro Puma-Téubal) ¿Uds han notado que el periodismo haya mejorado algo, a pesar de la wikipedia?

¿Cuánto durarán las redacciones separadas?

Sé que hay polémica sobre este tema y que en diversos lugares y depende de a quién se escuche se pueden leer cosas tanto positivas como negativas, (lo normal en toda polémica que se precie), pero me parece que hay algo que no se comenta lo suficiente cuando se trata de criticar la integración.

Pensemos en el futuro más o menos inmediato, digamos entre 5 y 10 años (ya sabemos que todo es relativo pero déjenme que esa sea mi idea de futuro inmediato)… bien ¿ya estamos ahí? Los bancos nacionalizados, el vinilo ha vuelto y el cd ha desaparecido, Gran Hermano 153 acaba de comenzar y Verónica Santander presenta los telediarios. Las cosas han cambiado, (¿o no tanto?) Una cosa sabemos y es que la información en papel sigue existiendo en ese 2015-2020 pero la proporción con respecto a la que se consume por internet ha pasado de 80-20 a 20-80. Bueno, no es exactamente un Farenheit 451 como algunos quieren pero es un vuelco importante… (Nota: cuando escribía este post fue lanzado este vídeo -del que alguien con humor y tiempo podría hacer una parodia divertidísima- y que trata precisamente de cómo imaginamos el futuro. Asombrosamente, los mismos que quieren quemar los periódicos de papel creen que el papel no va a desaparecer y curiosamente son los mismos que están en contra de la integración de las redacciones… así que el vídeo en cuestión es miel sobre hojuelas para este ejemplo.)

Ahora me gustaría que se situaran en un despacho de un departamento de Recursos Humanos durante la selección de personal para un medio que tiene los dos soportes, papel e internet. Están pensando en aumentar la plantilla porque las cosas han ido bien el último año (Krugman mediante) y buscan perfiles periodísticos para la redacción. Ah se me olvidaba, recuerden que para jugar tienen que situarse en el año 2015. O sea, todos los periodistas que han salido de la facultad están de internet puestos hasta las orejas. Alguno lee algo en papel y lo conocen claro pero es sólo un grupo pequeño.

Adivinen en menos de 5 segundos las dos opciones que elegirían los despreciables y despiadados (modo irónico) ávidos de sangre humana fresca e inexperta, miembros del dpto. de RRHH.

a) Harían dos grupos de perfiles: los periodistas aptos para trabajar en internet y los que sólo trabajarían en el papel. Es decir, buscarían dos tipos de periodistas para dos tipos de trabajo diferentes… o

b) Buscarían periodistas que fueran versátiles, que pudieran trabajar en ambos soportes sin prejuicios y que escribieran con soltura en ambas cabeceras. Chicos que estuvieran interesados en hacer periodismo sin importarles dónde y que fueran lo suficientemente moldeables como para pasar del papel a internet en el momento en que las necesidades de la producción así lo exigieran.

Señor juez, no hay más preguntas…

Ganar dinero con ideas utópicas y optimistas

Algunos comentarios y reflexiones de lectores han hecho que me detuviera unos minutos antes de seguir analizando el futuro de la prensa.  Sé que no es mi propósito aquí hacer digresiones, pero se me ha llamado optimista o utópico cuando planteaba mis propuestas, así que he supuesto que algo debía de estar explicando mal.

Para corregir el tiro voy a ser un poco cínico y haré constar lo siguiente: que el mundo sepa que, ante todo, lo que yo quiero es ganar dinero. Ganar dinero y arrasar: convertirme en el gran gurú de internet y que las mujeres me admiren y los hombres me respeten… y bueno sí, luego poderme retirar a una casita con chimenea con mi mujer y mis hijos a escribir de lo que me dé la gana. Pero para eso hay que dar con la tecla. Y ahí sí; ahí me convierto en, utilizando la terminología que se me ha aplicado, un utópico y un optimista. Por una razón sobre todo: creo que son las cosas que funcionan, o sea las que me harán rico y famoso (aclaro por no perder el tino).

En algún lugar alguien debió de escribir algún día algo como que era fundamental el estudio de las humanidades también para triunfar en la empresa y estoy convencido de que también le llamaron optimista. Seguro que hubo alguien por ahí tan loco como para afirmar que las madres eran buenos fichajes para un negocio y no un lastre como siempre se supuso, y también le tacharon de utópico. Pero… no se arredraron y expresaron su opinión y quizá triunfaron con ella.

Probablemente porque creían, como yo, que por causas aún desconocidas pero afortunadísimas, resulta que la bajeza de miras es un mal negocio y que tratar bien a tus empleados, confiar en ellos, aprovechar sus potencialidades, fomentar su creatividad es uno de los buenos.

Otra cosa es cómo hacerle ver eso a la gente que gestiona las empresas. Éso sí que es una utopía. No las propuestas. Las propuestas son válidas y funcionan en otros lados.

Quizá sólo hay que actuar… «sin esperanza, con convencimiento».

… y un equipo de gente pensando (adenda al «Decálogo»)

Cuando el otro día hice un decálogo para la redacción integrada (formada por nativos y extranjeros de internet), alguien me hizo ver la trampa de repetir conceptos para que me salieran precisamente diez. Yo me defendí, con cierta base, explicando que era también un recurso estilístico y bla, bla, bla…

Ahora puedo sacar un poco la patita y añadir este otro. Y no es que sea menos importante, menos crucial, o que no se me hubiera ocurrido nunca. Probablemente lo que sucedió es que no pensé que fuera necesario ponerlo por escrito, precisamente por lo importante que es. Como si alguien apuntara también que olvidé añadir la necesidad de contar con mesas y sillas en una redacción integrada.

Y sin embargo, ocurre que lo obvio es muchas veces fundamental y que lo fundamental muchas veces se obvia… así que añadamos entonces un nuevo punto al decálogo, por redundante que parezca:

10 (bis). Tengan a un equipo de gente pensando, analizando, navegando, probando. Tan fundamental como la última hora de la actualidad es estar a la última en lo que ocurre en Internet y a la última de lo que se ofrece en la red: herramientas, nuevas páginas, nuevos productos, nuevas formas de comunicación. Experimenten, prueben, lancen, equivóquense… es decir pongan un laboratorio de internet en su redacción integrada. No por obvio es menos fundamental.