Ejemplo de demagogia en un periódico hoy: «Los políticos preocupan más que el terrorismo, según el CIS».
He enviado este twit esta mañana con mezcla de indignación y sorpresa, como siempre me pasa cuando ‘mi’ periódico hace algo que no me gusta.
Y tras él, he comenzado una interesante conversación con @ikaitor, que espero que no se haya interrumpido… (hay qué ver lo fascinante que es tratar de decir muchas cosas en 140 caracteres. Para los charlatanes como yo es un ejercicio fantástico).
Aprovecho aquí para explayarme:
No es posible. Es metafísicamente imposible que a alguien (en España) le preocupe más un político corrupto que un terrorista. Es imposible porque nadie puede pensar que es mejor que le roben a uno que que le maten… no se puede. De hecho nadie lo piensa realmente. Otra cosa es que:
1- ETA ya no mate como antes
2- Los periódicos están últimamente llenos de casos de corrupción política
3- Sea razonable que ahora la percepción de los problemas del país basculen de uno a otro, según dé el aire
Para mí, lo preocupante es el subtexto, la ambigüedad que transmite ese titular:
La corrupción política (la de los maletines, las comisiones, los desvíos de fondos; porque hay otras corrupciones políticas de las que no se habla) es, al menos, tan mala como el terrorismo, según los españoles. Y eso, insisto, no puede ser. Nadie lo piensa realmente, porque es imposible pensar así. Como prueba de cargo, me remito al titular interior, que no tiene nada que ver con el de portada.
Es común echarle la culpa al político de todos los males, incluso de aquellos sobre los que no tiene culpa (ya se sabe piove?, porco governo!), pero se supone que el periodismo debe ayudarnos a comprender el mundo que nos rodea y no darnos las mismas pistas que podríamos sacar de la tertulia en un bar (con todos mis respetos a los bares, las tertulias y sus respetabilísimos asistentes). Y eso, creo, es lo que ha pasado con el titular de portada del diario El País hoy.